Fan Fic

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Pues bueno, también tengo mi lado creativo xD, aunque no lo crean.

Ahora estoy haciendo un fic porque ya tenía tiempo que quería hacer uno y tenía varias ideas, así que me animé a hacerlo. Este es el primero capítulo, aun no le pongo nombre, pero acepto sugerencias =P

ojalá les gusto y dejen comentario!!! xD


Cap 1.- El primer día de clases

Preguntarle a alguien hasta cuando siguió creyendo en Santa Claus es tan absurdo que no sirve ni como tema de conversación para pasar el rato. Si aún así insisten en preguntarme cuanto tiempo de mi infancia lo pasé creyendo en un hombre mayor metido en un traje rojo, puedo decirte sin ninguna duda que nunca creí en él desde el principio.

La primera vez que vi a Santa Claus fue en kinder, al menos mi primer recuerdo, antes de pasar ante él, un niño tiró de su barba dejando en descubierto una corta y no tan recién afeitada barba negra, y al juzgar por los rostros de los otros niños, ellos tampoco debían creer que fuera real.

De hecho, creo que simplemente era un niño precoz que ya se cuestionaba la existencia de un viejo que solo trabaja una vez al año y con un reno de nariz roja incluso antes de ver a mi madre besándolo. Tampoco creía, a diferencia de mis compañeros, que los personajes de caricaturas y comics fueran reales, simplemente eran lo que yo veía, personajes de caricaturas y comics. Así, pase mi niñez creyendo lo que mis ojos ven, y nunca dudando de ello.

Comparado con este aburrido mundo en el que me duermo y despierto todos los días, las historias de manga, anime y videojuegos tienen un cierto encanto, la verdad.

Rescatar a una princesa que esta congelada en un castillo; recolectar algunos cristales mágicos para sellar algún demonio que fue liberado; pelear contra los lásers de un viajero en el tiempo que busca ajustarlo a su voluntad contando solo con mi astucia y valentía; eliminar monstruos con tan solo un hechizo; librar una enorme batalla con personas con poderes sobrenaturales de alguna misteriosa organización secreta, ¡Ésas son las cosas que me gustaría hacer!

Espera un momento, calmémonos un poco. Asumiendo que los aliens, demonios y demás si fueran por mí, yo, sin poseer ningún poder especial no podría hacerles frente, debo pensar en otra cosa.

Una misteriosa y callada compañera de clase anda el mismo camino hacia su casa que yo, de repente se oye una explosión y la chica despliega sus alas metálicas y sale volando a ayudar, al día siguiente descubro que ella combate al crimen y me pide que la ayude. Hey, eso suena bien, pero que listo soy.

Lastima que la realidad sea más cruel U_U.

La verdad es que nadie se ha transferido a mi clase, no he visto a nadie herirse gravemente frente a mí, he visitado todos los lugares supuestamente malditos de la ciudad y no he visto ni un solo espíritu o demonio. Mirar fijamente a una cuchara durante 2 horas no hará que se mueva ni un solo milímetro y no hay manera de leer la mente de alguna persona solo por mirar su nuca.

Por eso, tengo que admitir lo bien que están escritas las leyes de física, dejan sin ningún lugar a dudas la existencia de seres sobrenaturales. Para luego reírse de uno mismo.

Cuando me gradué de secundaria también me gradué de esa clase de pensamientos infantiles, aunque sigo con el gusto de animes, mangas y videojuegos.

Si alguien me preguntara ahora sobre si creo en el destino, seguramente me callaría algún momento para luego responderle con alguna cita de algún videojuego o anime, a falta de una respuesta propia, no he experimentado algún suceso al que a manera de única explicación diga: Es cosa del destino.

Hasta que conocí a Katase Saya.

Antes de que me diera cuenta se acabaron mis días de vago y logré entrar al instituto que quería, para mi desgracia se encontraba hasta arriba de una pequeña colina, para colmo de males el maldito calor de verano hacía que sudara como si acabara de correr un maratón, el pensar que todos lo días tengo que recorrer este camino hace que mi ánimo se vaya al suelo.

Después de la ceremonia de ingreso en el amplio gimnasio de la escuela y de revisar el grupo en el que estaba, pasamos a ocupar nuestros salones, una pequeña cantidad de caras conocidas adornaban el espacio y mantenía buenas relaciones con ellas, así que no debía preocuparme mucho por hacer nuevas amistades. Los hombres vestimos una chaqueta en color café claro con un pantalón azul para distinguir el año que cursas la corbata es para 1° azul, para 2° roja y para 3° negra; las mujeres al parecer tienen 2 uniformes, el de verano consta de una falda azul, blusa blanca debajo de un chaleco café claro, y un moño en el cuello de la blusa que puede azul, roja y dorada para distinguir el año que cursas.

Resultaba una combinación un tanto rara, a lo mejor, el director que estaba allí en el estrado intentando dormirnos a todos era un fanático de las marineritas, mientras pensaba en el asunto, di con algo que mis ojos percibieron enseguida, se trataba de un manga que también estaba leyendo. No podía distinguir el rostro de aquel ser con forma humana que lo leía pero al parecer tenía los rasgos muy finos, casi parecía mujer, quise acercarme para platicar con él cuando con una excelente presición llegó nuestro tutor.

Se trataba del Profesor Kobayashi, un tipo que a pesar de dar bien su clase y ser considerado con nosotros, tenía una extraña personalidad, parecía mas un alumno a un profesor, comenzó a explicar con una gran cara de aburrimiento lo que al director le faltó explicar: como se califican las clases, el consejo estudiantil, consejo de maestros, clubs, etc. Cuando se quedó sin nada que decir después de tanta charla al final dijo:

“Ahora presente ustedes mismos”

Era un recurso bastante normal para terminar su discurso, tampoco esperaba algo especial, así que no me sorprendió mucho.

Comenzando desde la izquierda hacia atrás, alternando chico-chica, uno por uno se iban levantando y diciendo su nombre, su antigua escuela y alguna afición como hobbys, comidas, películas, música. Algunos hablaban casi susurrando, otros no tenían problema alguno, algunos decían un chiste fácil para rebajar la tensión. Así poco a poco se acercaba mi turno.

Miedo escénico, ¿sabes a lo que me refiero?

Terminé diciendo el número de frases necesarias de las que había estado recopilando en ese momento, me senté de nuevo en mi asiento con el típico alivio de cuando has acabado tu deber. Siguiendo su turno la que se sentaba atrás hizo lo mismo, a partir de ese momento mi mente volvió a recordar aquel manga, pero ahora había 4 personas que conspiraban en contra mía para que siguiera sin ver al sujeto que lo leía. Así que simplemente me relajé y esperé el turno en que se levantara a presentarse.

Todo hasta el momento parecía normal, darme vuelta para observarlos suponía demasiada molestia, así que seguí mirando hacia delante, las voces iban cambiando, hasta que llegó el momento crucial, aquel momento que nunca olvidaré.

“Soy Katase Saya, vengo de la secundaria del este.”

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